De regreso

De mi paso por el idiotismo y su elogio he sacado algunas conclusiones de vida;a saber,que he disfrazado de cierto academicismo de estaño lo que debiera haber sido un grito o un puñetazo, si hubiera podido darlo; que habiéndome colocado la máscara de la corrección política dejé de lado mi postura de verdadera idiota, es decir, el conocimiento de mi verdadera sombra...el arquetipo de la oscuridad, de los peores rasgos personales, los que se enfrentan con el Otro, tomado en sentido genérico o particularìsimo, por caso. Esto no significa que he anulado mi sentido de la empatìa...creo que muy por el contrario, lo he exacerbado a los límites de lo que,como ser humano, me importa de manera cabal,casi como un perro que se quiere despulgar para mantenerse calmo y sano.

Soy nacida en Buenos Aires, la ciudad que inmortalizó Soda Stereo y Gustavo Ceratti en su canción La Ciudad de la Furia. Soy Hija de esta ciudad a la que miro, desde mi refugio en este planeta, casi como una construcción mental, ya que, la ciudadela de mi juventud y mejores años, no existe mas.No obstante, me identifico con la metáfora de Gustavo, casi un contemporáneo mío, de visión agudìsima desde la poética y la música.Soy hija de esta ciudad como él, y mi ámbito, finalmente, es la palabra escrita que hoy retomo en este nuevo Blog

Hoy es 24 de febrero de 2016, estoy en Buenos Aires y es una furia.En las calles se refleja un país que no me tiene por ciudadana. Movilizaciones de protesta para provocar la aplicación del Protocolo Antipiquetes y lograr alguna desgracia o calamidad...la vida importa muy poco; el Congreso del Partido Justicialista devorándose con fruición a los perdedores de la última elección...la sangre corre a cada mordisco y se siente el olor a hierro degradado.
Los noticieros se olvidaron del anterior gobierno y sólo remarcan los incendios fogoneados.

Hastío y Asco.

Existe un país que no tiene nada que ver conmigo. Un país oscuro y suicida, inculto y deseducado, facilista y ventajero, desprolijo, psicopàtico y sin códigos,sin virtudes rectoras como la perseverancia y la disciplina...Nefreguista y obtuso...pero orgulloso de su decadencia, creído de su propia estupidez; este es el corolario más patético.
Este país también se refleja en la ciudad que me tiene por ciudadana con derecho a voto y obligada al pago de impuestos en un municipio con mas empleados y ñoquis que el gobierno central de Alemania. Ciudad en la que algunos alumnos amenazan a sus profesores con denunciarlos,en virtud de cualquier reprimenda de obligaciones escolares, ante el asesor pedagógico, casi como un comisario político.Es ese país que se reproduce cada día con un daño antropológico de una generación tras otra. Los imbéciles ...felices.
Será por todo esto que conozco mas los nombres de las calles en Milán que en el sitio mencionado, donde me oriento por lugares específicos casi como un campesino analfabeto.

Para ese país soy un corso a contramano.

Se me ha adherido la furia de Ceratti como una evoluciòn de mi idiotismo...Por este motivo he cerrado el Elogiodelaidiotez.blogspot.com con cien entradas redondas que quedaràn flotando en este espacio democrático al que pertenezco como un pez marino en el océano.

Me han preguntado por qué no escribí exactamente desde hace un año...en pocas palabras porque no tenía nada que decir y además porque viajé, porque me convertí en una esponja absorbiendo la oportunidad de conocer lugares y personas, de mezclarme con extraños, de aprender otro idioma y recrear los sabidos. Tuve la oportunidad de contar mis historias y que las escucharan. Tuve la oportunidad de ser testigo de la alegría y la tristeza, de la vida y la muerte. Por estas razones no escribí durante el 2015.

Estoy de vuelta para lo que me despulgue...manteniéndome calma y sana.Estoy de vuelta cargada de dones y jirones que atestiguan lo que tuve y pasó por mí y siguió su camino.